Dedicatoria Especial:

A Fontanarrosa, gracias por tu humor maestro
A Douglas Adams, gracias por tus libros de la "Guia del Autoestopista Galactico"

domingo, 4 de noviembre de 2007

La Mafia de las Monedas

Al igual que los mafiosos italianos, que se visten de traje, van en limosinas, forman familias y portan grandes ametralladoras, en Argentina hemos elaborado nuestra propia mafia.
Esta se viste con camisa y forman como gremios que cobran por soltar las monedas. Esas personas trabajan en lugares que juntan monedas a diario. Como los colectiveros.
Estos agresivos mafiosos se encargan de juntar todas las monedas posibles e intentan quedárselas, para que circulen menos, y si algún buen postor desea comprarles monedas, ellos se las venden a elevados precios.
Estos, como habrán notado viajan en un invento un poco mas Argentino, a diferencia de los mafiosos italianos y rusos que viajan en limosinas, el "gran colectivo". La limosina tiene clase, es negra y es espaciosa, es fácil de blindar y uno se puede jactar de poseer una y de tener un chofer. El colectivo es mas villero, es de colores según la línea, es espaciosa, pero siempre esta llena de gente que puede alcanzar un alto grado de agresividad si no se la lleva a donde quieren, estos colectivos son frágiles, aunque si chocan difícilmente se rompen, son fáciles de grafittear y uno puede jactarse de que puede viajar en colectivo y tiene chofer.
Aunque los mafiosos italianos y rusos portan grandes ametralladoras con las que abaten a sus enemigos, esta arma es muy nueva y ruidosa. La mafia de las monedas se basa en un instrumento algo mas nuevo y antiguo a la vez, algo que el hombre siempre busco y logro fabricar y que es una de las herramientas mas usadas y multiusos de este mísero planeta, el "cuchillo tramontina". Si uno intenta chorearles las monedas o mira mal a uno de los gremialistas, se te tiran unos 50 arriba tuyo y te dan con los tramontina.
Junto con los Yacusas, los Mafiosos y los Gamsters, estos "gremialistas" están entre los mas fieros e indeseables.
Esperemos que estos hombre se extingan o que nos suelten las monedas, que últimamente no se puede comprar nada. Va a un lado y te piden monedas, vas a otro y te piden monedas, tomas el colectivo y nenecitas monedas o saltas y se te caen las monedas en una zanja de agua podrida.

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